INTRODUCCIÓN
La iglesia y
nuestras vidas deben continuar siendo reformadas. Algunas personas dicen que la
historia es el pasado y lo nuevo siempre es mejor. Muchas iglesias hoy también
están dejando el pasado y continúan buscando cosas nuevas. El cristianismo no
es una religión de abstracción ni de filosofía especulativa, sino que nos hace notar
de que Dios se ha revelado en el espacio físico y en el tiempo real. El Dios
eterno, que no está sujeto al tiempo, hizo el tiempo, y en ese tiempo entró e
hizo la historia. Parte de esa historia es el periodo que denominamos LA
REFORMA que se inició en el año 1517. La Reforma fue un tiempo de gran desafío
y crisis para aquellos que anhelaban ser fieles a la Palabra de Dios
¿Qué
es la Reforma? La palabra Reforma
se deriva del verbo latino reformo, que significa “formar de nuevo, hacer
nuevo, traer de vuelta a la vida”. Los reformadores no crearon algo de la nada,
sino volvieron su mirada en el tiempo; a la Biblia y a los días de los
apóstoles, para obtener un marco que pudiera moldear y remodelar la iglesia.
Los reformadores hicieron de su lema “una iglesia reformada siempre reforma” Esta
Reforma explotó cuando surge el énfasis en el caso de las indulgencias en la
antigua Iglesia Católica. Las indulgencias consistían en un documento Papal en
la que se hacía mención el perdón de los pecados por dinero. Fue Martín Lutero,
un teólogo de élite, quien propuso una discusión de 95 tesis sobre este
disparate, prendiéndose fuego a la Reforma con cinco consignas: Sola Escritura,
Sola Fe, Sola gracia, Solo Cristo y Solo a él Dios la Gloria.
De estas cinco solas hoy veremos Sola Escritura
¿Por qué SOLA ESCRITURA? ¿Por qué volver a la Biblia?
En ese momento, la
iglesia estaba cometiendo un gran crimen de comprar y vender la salvación con
dinero, lejos de la verdad de la Biblia.
El caso de la
indulgencia fue un ejemplo representativo de cuán lejos se había desviado la
iglesia de la verdad del evangelio en ese momento. En ese momento, la iglesia
era lo suficientemente poderosa y organizada como para interferir con el
gobierno secular. Pero la iglesia se había apartado de la verdad y estaba
perdiendo su vitalidad. Martín Lutero estuvo al frente de la Reforma. Su
argumento se podría resumir, en una palabra: '¡Volvamos a la Biblia!'
El apóstol Pablo
testificó: 1 Timoteo 3:15 Esta casa es la iglesia del Dios viviente, columna
y fundamento de la verdad.
Una iglesia sin
verdad no es una iglesia verdadera. La marca de una iglesia correcta es la
proclamación correcta de la Palabra. Sin embargo, debido a que la iglesia en
ese momento estaba demasiado alejada de las palabras de la Biblia, trajo
corrupción. El argumento de Martín Lutero fue claro. Como la iglesia se había
apartado de la verdad, había que volver a las palabras de la Biblia y renovar
la iglesia. Ese fue el comienzo del movimiento protestante. La Reforma (El
protestantismo) es una iglesia construida sobre un fundamento bíblico, que
valora más la Palabra de Dios que los rituales.
¿Por qué solo la Biblia es importante?
“¡Sola Escritura!”
es el lema. Significa 'solo la Biblia' o 'solo por la Biblia'. Este es uno de
los argumentos clave de los reformadores, que se presentó contra las falsas
afirmaciones de la Iglesia Católica. ¿Qué clase de libro es la Biblia?
En total, la Biblia se compone de 66 libros escritos por unos 40 autores a lo largo
de 1600 años. Este libro tiene historia, derecho, biografías, poesía, parábolas,
cartas, poesía, literatura simbólica, principios económicos, ética de vida, éxitos
de vida, ETC. Sobre todo, la Biblia se describe así misma como palabra de Dios.
La Biblia tiene la capacidad de reflejarnos como un espejo, para que podamos
vernos desnudos a pesar de que fue escrita hace 4 mil años.
El Concilio de
Trento, reunido en 1546 como reacción a la Reforma, decidió que tanto la
tradición como las Escrituras debían ser aceptadas y reverenciadas “con igual
amor y respeto piadoso”. En este contexto, los reformadores argumentaron que la
Biblia misma era la autoridad suprema y última, e insistieron en la
'suficiencia de las Escrituras'. En la misma línea, Calvino enfatizó la 'autopista'
de la Biblia. La Biblia tiene autoridad divina en sí misma, no por decisión de
la iglesia o por autoridad externa.
¿Dónde queda la
tradición?
Por supuesto, no
negamos todas las tradiciones. La Iglesia Reformada también reconoce las
tradiciones que son apropiadas a la Biblia. Por ejemplo: El servicio del Culto
Dominical no están directamente ordenados por la Biblia, pero se puede decir
que se ajustan a las enseñanzas de la Biblia. Pero no debemos pensar en estas
cosas de la misma manera que los mandamientos de la Biblia. Nunca se puede
pensar en la tradición humana de la misma manera que en los mandamientos de la
Biblia.
Deberíamos darle
más importancia a la autoridad de lo que la Biblia realmente dice, no a la
tradición.
También debemos
iluminar y juzgar toda la teología desde una perspectiva bíblica. Esto no solo
es cierto para la teología liberal o crítica, sino también para la teología
reformada. Adoptamos una teología reformada porque revela mejor la verdad de la
Biblia y es consistente con la Biblia. Pero si algún teólogo reformado hace una
afirmación que no se ajusta a la Biblia, debemos rechazarla.
Este es también el
caso de Calvino. Pensamos muy bien en Calvino y lo aceptamos con profundo
respeto por su teología en general. No es porque Calvino dijo que es correcto,
sino porque se ajusta a la Biblia, Calvino tiene razón. Por lo tanto, incluso
si Calvino lo dijo, si no se ajusta a la Biblia, está mal. Ningún teólogo en
este mundo es perfecto ante Dios. Todo debe ser juzgado y evaluado por la
Biblia.
Entonces, cuando nos
encontramos en un dilema teológico, debemos preguntarnos ¿qué dice la Biblia?
Es muy importante saber correctamente lo que dice la Biblia. Nada ni nadie
puede estar por encima de la Escritura.
Haciendo
teología bíblica
La
teología cristiana, si bien apela a la capacidad religiosa y racional del
hombre, no obstante, no es su fuente motriz ya que la teología cristiana tiene
su fuente y su causa en la revelación especial de Dios (
El
teólogo cristiano se acerca al texto, ciertamente con presupuestos que le dan
la preeminencia al texto bíblico:
-
Considera veraz y viva las Escrituras y tiene
autoridad propia
-
Considera la guía del Espíritu Santo como vital para
una sana teología.
-
Confía en que su mente regenerada percibirá lo que
Dios quiere decir en su palabra.
-
Admite que no puede ser absoluto en sus conclusiones,
de allí que con humildad somete sus conclusiones al análisis de la iglesia.
-
Las Escrituras está por encima de la misma iglesia.
-
La Biblia es su fuente, no le está permitido decir más
de lo que dice el texto.
El ministerio
también debe hacerse correctamente de acuerdo a la Palabra de Dios, la Biblia.
De acuerdo con las enseñanzas de la Biblia y los principios de la Biblia,
debemos edificar y dirigir la iglesia correctamente.
Sin embargo, en la
iglesia peruana de hoy, la tendencia posmoderna es aceptar cualquier cosa
siempre que ayude al crecimiento de la iglesia o que crea una sensación de
placer humano. El positivismo, el materialismo, el sentimentalismo y el humanismo
hedonista está invadiendo el ministerio santo; antes de seguir los principios
de la Biblia en la gestión de la iglesia. El amor, la mansedumbre y la
humildad, que son importantes virtudes cristianas, son difíciles de encontrar.
No ministramos por amor y respeto, sino por mandato y coerción. De allí es que
debemos replantearnos la pregunta: La iglesia del siglo 21, ¿Necesita
Reformarse?
Debemos
reflexionar y examinar constantemente estas cosas a la luz de la Biblia en el
ministerio. El legado de los reformadores del siglo 16 es mnester aplicarlo hoy
“una iglesia reformada siempre reformándose”
La IEP en su punto
2 de su declaración de fe, menciona: Las Sagradas Escrituras. Creemos y
proclamamos que la Palabra de Dios, que consiste de los sesenta y seis libros
canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento, …es totalmente inspirada por Dios,
sin error alguno. (2S. 23:3; Pr.30:5-6; Jer.30:2; 2Ti.3:16-17; 2P.1:19-21) Que
esta Palabra es la Revelación del carácter y los propósitos eternos de Dios
para la humanidad; que fue dada por medio de los santos hombres que Dios escogió
y preparó; ella es inmutable, y por lo que es y hace, ejerce autoridad suprema
en el que hacer teológico y la vivencia diaria del Cuerpo de Cristo y del
mundo, siendo vigente en todo el proceso histórico. (Is.40:8; 55:11; Jn.5:39;
1P.1:24-25; 2P.1:19-21) Que esta Palabra es viva, eficaz, perfecta, santa y
medio de transformación integral del hombre; … la Palabra es autoritativa y
como tal permanece para siempre. (Jos.1:8; Sal.19:7-11; Mt.22:29; Ro.15:4;
2Ti.3:15-17)
El camino que
tiene que seguir la iglesia es resaltar y reafirmar lo que dice la Biblia. Para
hacer eso, primero, necesitamos tener una actitud de escuchar la Palabra de
Dios. Antes de poner mis pensamientos y opiniones por delante, primero debo
escuchar y luego obedecer la Palabra de Dios. Tenemos que ser como el niño
Samuel fue llamado por Dios, dijo: “Háblame. Tu siervo escuchará” (1 Samuel
3:10).